Estar en la Vall Fosca es un privilegio, todo es naturaleza, agua, animales, buena gente... El invierno idílico cuando nieva, las casas y pisos con su parquet, sus chimeneas... Hasta que te das cuenta de que se te está vaciando la nevera y la despensa y tienes que ir a comprar...
Ahí te das cuenta de que estás es un valle semi virgen y en ello también se incluyen algunos servicios básicos pues se pueden contar con los dedos de una mano las tiendas que hay... Y ninguna está en el pueblo en el que tenemos el apartamento.