La llegada de un bebé a casa siempre es algo excelente, una gran noticia, al menos para la familia pero quizá para nuestros animales sea algo desconcertante porque es un cambio que si ya en nosotros puede producir algo de estrés, imaginad para ellos, sobre todo para nuestros gatos, que suelen ser muy " de rutinas".
Nosotros, aunque suframos cambios en el sueño, etc, siempre veremos la llegada de nuestro hijo como algo especial pero para los gatos es algo inesperado, algo que no conoce y puede pensar que es algo raro y sentirse miedoso, amenazado por la novedad.
Porqué? Pues porque los gatos son animales muy peculiares en el ámbito social... En la calle, suelen ser solitarios y ariscos pero en casa son todo lo contrario ( normalmente, siempre hay excepciones en los dos casos ) pero hay algo que no cambia, tanto fuera como dentro, son independientes y territoriales.
En casa, está acostumbrado a su territorio y a sus compañeros " con quienes LO comparte " y un cambio en esto puede estresarlo, sobre todo la llegada de un bebé, que no sólo agrega " otro compi" sino cambios en la casa como las rutinas, cambios de muebles, etc.