Cuando cumplo años, ya no estoy histérica como cuando era más jovencita, me lo tomo de otra manera pero me encanta que la gente se acuerde de mí ( aunque mucha lo hace porque las RRSS avisan ) y sobre todo, esos regalitos molones que o bien se salen de la norma o bien están destinados a que los disfrute mucho...
Cumplir años para mí significa acumular experiencias, buenas y malas, seguir aprendiendo de la vida y de los que me rodean, también aprender CON ellos pero ante todo, es un agradecimiento a poder estar aquí, a poder seguir viendo crecer a mis hijos, seguir con la familia, etc.
Y este año, ha habido un plus... Será que como con la pandemia me han visto poco, los regalitos han sido mega molones, desde una joya de NazanShark ( os hablaré de ellos, no os preocupéis ), pasando por una auténtica tetera japonesa de hierro fundido, dibujos de mi hija y de amiguitas de su clase y un enorme cesto de flores hasta... Y aquí viene lo más molón del mundo mundial... Una cesta de desayuno cumpleañero para que empezara el día con alegría, y muy, pero que muy dulzón, como me gusta a mi que sea la vida, dulzona toda ella!!!!!!!