Empieza el cole y empiezan los piojos, hay que asumirlo.
En el año de la pandemia que nos ha vuelto locos a todos, nuestros peques vuelven a las
aulas y a pesar de la ya sabida distancia de seguridad, las cabecitas de nuestros hijos se
juntan de nuevo en el cole, para compartir experiencias veraniegas, inventar nuevas
travesuras y, por supuesto, compartir piojos.
Los piojos no salen de vacaciones, pero eso sí, están por todos los lados, especialmente
en los colegios y en las escuelas infantiles. Son estos sus lugares preferidos para estar,
propagarse y alimentarse.
Septiembre y octubre son dos de los peores meses para esta plaga de insectos que se
empeñan en habitar los cueros cabelludos de los más pequeños de la casa. Y ojo, porque
los piojos se propagan por tierra, mar y aire, y por más vías en las que ni siquiera nos
hemos parado a pensar: gorros, peines, almohadas, y todos aquellos lugares donde los
niños apoyan la cabeza.