Respiro profundamente cada vez que alguien tuerce el gesto o hace un comentario ofensivo cuando " se entera " de los colegios a los que van mis hijos ( colegios, sí, porque van separados por sexos y NO, no es ningún trauma para ninguno de los dos, más bien para mí que soy la que los lleva y los trae en coche cada día ).
Intento no responder ni decir nada al respecto, es una decisión que atañe sólo a la familia pero llega un momento en que una tiene que soltar lastre para no tener cara de agria cada vez que surge el tema.
Mis hijos van a un cole del Opus Dei, SÍ, pero NO, NO SOMOS UNOS MONSTRUOS.