El amor por los caballos no es algo que me venga de nuevo desde que la peque hace equitación, al contrario, creo que a ella le encanta practicarla debido,en gran medida, a que siempre los ha visto en casas de amigos o familiares y a mí montar en algunas de estas y se lo he " contagiado".
Siempre que vemos un caballo, es como si una fuerza nos arrastrara a acariciarlo y a hablar con él.
Juguetes de esta temática, los que querais y lo mismo pasa con las cosas de decoración... Vamos, que somos un poco "equino frikis".
Cuando la peque va a montar, intento que lleve cosas monas, porque la moda ecuestre es algo precioso, sólo hay que indagar un poco... Y si no indagais, próximamente os hablaré de una marca que hace ropa en exclusiva para montar.
Pero en cuanto al cabello, la cosa ya es más difícil... Gomas de color, algún que otro lazo sosaina... Hasta que topé con los lazos de
Pradenitas...