Hoy vengo a hacer una confesión... Estoy enamorada de mi ROOMBA. Sí, sí, enamoradísima de ella...
Y me diréis que vayamierda cacota de confesión... Bueno pues para vosotr@s a lo mejor lo será pero para mí, es una confesión a lo grande porque durante unos años, no he querido saber nada de este trasto esta maravilla de la ingenieria de la limpieza doméstica.
Y me diréis que vaya

Y ahora, no puedo vivir sin mi ROOMBA... Vaya vueltas que da la vida...