Si hay algo que define la gastronomía madrileña, es su amor por el bocadillo de calamares. Un clásico de la ciudad que ha conquistado a locales y turistas por igual. Y si hablamos de uno de los mejores lugares para disfrutar de este manjar, sin duda, Casa Rua es una parada obligatoria.
Ubicada en pleno corazón de Madrid, en la famosa Plaza Mayor, Casa Rua es un restaurante tradicional que ha sabido ganarse una excelente reputación gracias a su especialidad: los bocadillos de calamares. Este pequeño establecimiento tiene algo de mágico, una atmósfera que transporta a quienes lo visitan a un tiempo donde la calidad y la sencillez eran los pilares de la cocina madrileña.
La historia de Casa Rua
Fundada hace más de 100 años, Casa Rua ha sido testigo de generaciones de madrileños que han disfrutado de su ambiente acogedor y de sus deliciosos bocadillos. Lo que comenzó como una taberna familiar ha evolucionado hasta convertirse en un referente de la gastronomía local, pero siempre manteniendo la esencia de los sabores tradicionales.
¿Por qué los bocadillos de calamares de Casa Rua son especiales?
Los bocadillos de calamares de Casa Rua no son un simple sándwich con calamares fritos. La receta se ha perfeccionado con el paso de los años, utilizando calamares frescos de la mejor calidad, empanados con una capa crujiente que no se deshace en cada mordisco. El pan es otro de los secretos: fresco, ligeramente crujiente por fuera, pero suave por dentro, que complementa perfectamente el relleno.El toque especial lo da la salsa alioli casera que acompaña a este delicioso bocadillo, dándole un sabor único y equilibrado que lo convierte en una experiencia inigualable para los amantes de la comida.
Si planeas visitar, te recomiendo ir temprano o durante las horas menos concurridas, ya que la plaza suele llenarse de gente. Eso sí, la espera bien vale la pena.
Buen artículo Verónica
ResponderEliminarYo recuerdo que, cuando éramos jóvenes, íbamos a comer calamares a la plaza mayor cuando daban vacaciones en el colegio, se reunían muchos estudiantes por allí, pero, en realidad, conozco más El Brillante, en Atocha, antes tenía varios bares en Madrid
Saludos!
Ay, esas tradiciones familiares...
EliminarConozco El Brillante pero se ha vuelto muy turístico.
Un abrazo!
Qué buen artículo y que hambre nos ha entrado. La verdad que Madrid tiene tesoros, y sin lugar a dudas, sus bocatas de calamares es uno de ellos... jjejejejeje.
ResponderEliminarSí, ejejejeje, es uno de sus grandes tesoros culinarios.
EliminarSiempre que iba a Madrid iba a tomarme un bocadillo de calamares. Además en aquellos tiempos era barato. Un abrazo
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