Cuenta la leyenda que el gran emperador Chino Quanlong, viajó por el Gran Canal hasta llegar al sur de China donde se hospedó en el Gao Yong Temple Palace de la ciudad de Yangzhou.Allí, le entregaron muchas ofrendas pero ninguna le gustaba así que mandó a sus eunucos a buscar alguna ofrenda bonita con la que obsequiar a su emperatriz y concubinas a su regreso a palacio.Uno de sus eunucos le trajo una caja muy bonita y de forma ovalada y que cuando el emperador abrió, hizo que la habitación se llenara con un espectacular aroma; esto hizo que el emperador preguntara quien había sido el comerciante y creador de aquello y la respuesta fue " un tal Dai Chun Lin ".El emperador, embriagado por aquella fragancia, mandó a sus eunucos comprarle productos a Dai Chu Lin y que los llevaran a su palacio.
Al entregarle los regalos a la emperatriz y las concubinas, estas también quedaron fascinadas por el aroma, los polvos, las cremas... Y era tal la fascinación que sintieron por estos productos que Quanlong decidió decretar una ley en la que se nombraba a Dai Chun Lin como proveedor oficial de la Corte Imperial China.
No se sabe hasta qué punto fue así como pasó pero lo que sí es cierto es que hace aproximadamente unos 380 años, Dai Chun Lin abrió una tienda de productos cosméticos en China, los cuales se hacían con las técnicas y las teorías de la botánica tradicional china, usando extractos minerales y hierbas naturales.
Los productos de esta tienda se hicieron muy famosos, sobre todo sus polvos de perlas, perfumes, aceites y bálsamos y de pronto, era la tienda principal de la aristocracia e incluso la familia real le compraba a él.
Fue la primera marca de productos cosméticos del mundo, pionera de la industria de la cosmética oriental
Fue la primera marca de productos cosméticos del mundo, pionera de la industria de la cosmética oriental
A día de hoy, la empresa sigue funcionando y ahora utilizan las técnicas tradicionales combinándolas con la tecnología científica moderna, pero sin dejar de hacer productos naturales y ecológicos.
Y, además de eso, tiene un plus y es que sus productos vienen envasados o bien en porcelana china o en cajas laqueadas de Yangzhou, no dejando de ser lo que fueron en su momento, productos elegantes y exclusivos.
Crema de manos
He tenido la inmensa suerte de poder probar la crema de manos Dai Chun Lin, de su línea vintage y os puedo asegurar que es una auténtica pasada. No sólo la caja en la que viene - una preciosidad laqueada - sino por su ligereza y sobre todo por su aroma. Huele de maravilla!!!
Es una crema que no lleva parabenos y que se extiende y absorbe de manera rápida y fácíl, dejándome una piel nutrida y suave pero que a la vez huele de forma espectacular.
Suelo llevarla en el bolso y así me la puedo aplicar siempre que quiero ( en estos momentos de pandemia es imprescindible por tanto gel hidroalcóholico con el que bañamos nuestras manos ).
Si os apetece ver un poquito más todo lo que podéis encontrar de esta marca, os animo a que visitéis su web, tiene tienda on line así que podréis sentiros como una emperatriz china, con la piel tersa y perfecta.
Y sus precios son fenomenales!!!
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