Las personas con enfermedades crónicas, debemos ( yo me incluyo entre ellas ya que tengo varias enfermedades así ), podemos viajar, claro que sí, pero debemos tomarnos nuestra salud muy en serio y es por eso que tenemos que extremar las precauciones cuando viajamos.
Hacer un viaje no es sólo trasladarse de un sitio a otro, sea por tierra, mar o aire sino que es " sufrir" unos cambios que van desde los físicos a los psíquicos a veces ( jet lag, miedo al avión, estrés ) hasta los cambios medioambientales ( frío, calor, humedad extrema, aridez... ) y si ya de por sí esto afecta a un viajero que está bien de salud, imaginad a los que sufren enfermedades crónicas. Puede afectar poco o mucho y por ello, hay que ser precavid@s.