Tengo en la memoria las tardes de cabalgata real todos los eneros en Terrassa, mi lugar de nacimiento. Tardes de nervios porque los Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se iban a pasear con sus preciosas cabalgatas por mi ciudad, para ver a los niños a los que les iban a traer regalos y a los que tiraban caramelos.
Tras la cabalgata, de camino a casa andando, pasábamos, sí o sí, por delante de una maravillosa tienda en la cual tanto mi hermano como yo nos podíamos pasar horas pegados al escaparate: Barruguet.
Y es que allí, señoras y señores, estoy convencida de que es la tienda donde los Reyes Magos compran los juguetes porque son, sencillamente, mágicos... Toda la tienda es pura magia y, aunque ya no paso por delante la tarde de reyes porque no estoy allí, siempre que voy a mi ciudad natal, me quedo embobada delante del escaparate y ahora, me acompañan dos embodados más, mis hijos.