Restaurante La Prego, un pedacito de Italia en Chantilly

 


Si estás visitando Chantilly y te apetece disfrutar de una comida deliciosa en un ambiente acogedor, La Prego es una parada imprescindible. Este encantador restaurante italiano combina tradición, calidad y sabor, con platos caseros que te harán sentir como si estuvieras en la Toscana. En esta reseña te cuento nuestra experiencia y por qué merece tanto la pena.

Situado en pleno centro ( por lo tanto no esperéis platos a precios ajustados - no digo que sea caro ), este acogedor rincón italiano combina un ambiente elegante y familiar con una cocina que enamora desde el primer bocado.

El local tiene ese encanto sencillo y cálido que invita a quedarse: mesas bien dispuestas, luz suave, atención amable y aromas que hacen que empieces a tener hambre en cuanto cruzas la puerta. La carta es variada, con platos tradicionales italianos elaborados con productos frescos y mucho mimo.

La experiencia fue de esas que se recuerdan con una sonrisa. Desde los primeros entrantes hasta el postre, todo estaba cuidado al detalle y servido con una presentación impecable.

 No pudimos resistirnos a probar algunas de sus especialidades:

Las ensaladas, frescas, sabrosas y con ingredientes de excelente calidad. probamos una César que al final fue plato único para una persona de lo grande que era y de tanto pollo como llevaba. 

La pasta con trufa, sin duda una de las mejores que hemos probado: cremosa, aromática y con un sabor intenso que te transporta directo a Italia. Concretamente eran unos " raviolis al tartufo"... ESPECTACULARES. 

Las berenjenas con queso, tiernas y deliciosas, con ese equilibrio perfecto entre textura y sabor.


Y, para cerrar con broche de oro, su famosa chantilly (cómo no, estando en Chantilly) y unos cannolis que son, ambos, simplemente magníficos ( los de vainilla y pistacho, que son los que probamos ).

En conjunto, La Prego es un restaurante que combina calidad, autenticidad y encanto. Ideal para una cena tranquila tras visitar el castillo o para disfrutar de un almuerzo relajado entre paseos. Si visitas Chantilly, no dudes en reservar una mesa: te sentirás como en casa y saldrás con ganas de volver. 

* Reservar una mesa en la zona más próxima al castillo es casi una obligación si lo que quieres es ir a comer por aquella zona porque sino, es muy problable que te quedes sin mesa a pesar de la oferta gastronómica que hay. 



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