Descubriendo As Neves: naturaleza y tradición en Pontevedra

 Cuando viajamos en familia por Galicia, solemos buscar pueblos con encanto, buena gastronomía y espacios naturales. As Neves, en la provincia de Pontevedra, es uno de esos lugares que sorprenden por su autenticidad y su entorno privilegiado.

Un pueblo con historia y vistas

As Neves está en la comarca del Condado-Paradanta, muy cerca del río Miño y la frontera con Portugal. Desde el Monte de San Nomedio se disfrutan unas vistas espectaculares del valle y, en días despejados, hasta se puede ver el Atlántico. Perfecto para hacer una excursión con los niños y respirar aire puro.

Romerías y tradiciones

Si algo distingue a As Neves es su tradición. La más conocida es la Romería de Santa Marta, que se celebra cada verano y atrae a cientos de peregrinos. Es una experiencia única, con procesiones, música y un ambiente festivo típico gallego.

Naturaleza y rutas fluviales

Para quienes disfrutan del senderismo, hay rutas por las orillas del Miño y sus afluentes. Los molinos restaurados, los bosques autóctonos y los puentes de piedra hacen que cada paseo sea especial. Además, es un lugar ideal para practicar pesca deportiva o simplemente relajarse junto al río.

 

Gastronomía gallega en estado puro

Como buena localidad pontevedresa, en As Neves se come de maravilla. Destacan los vinos del Condado (D.O. Rías Baixas) y las carnes de primera calidad, sin olvidar el pulpo a feira y otros clásicos gallegos. Comer aquí es disfrutar de la cocina tradicional con productos locales.

Puedes encontrar algún que otro restaurante y bares pero lo mejor es, sin duda, visitar algún furancho. 

Consejos para la visita

• Subir al Mirador de San Nomedio al atardecer: las vistas son mágicas.
  

• Si vais en época de romería, llegar con tiempo: el pueblo se llena de visitantes.

• Combinar la visita con alguna localidad cercana del Miño o con una escapada a Portugal. O ir a las capitales como Orense, Pontevedra... 

As Neves es un destino perfecto para quienes buscan la Galicia más auténtica. Naturaleza, tradición y buena mesa se dan la mano en este rincón pontevedrés. Una parada obligatoria para familias viajeras como la nuestra.