Muchas veces, cuando se programan viajes, la menstruación es uno de aquellos detalles en los que te fijas, porque como te caiga en medio del viaje puede ser un engorro por dolores, manchurrones, que si tampones, compresas, copas menstruales...
Pero lo que muy pocas veces pensamos es que volar a otros países puede hacer que nuestra menstruación se vuelva un poquitín loca y que, aunque hayamos previsto que nos nos acompañará, acabe pasando las vacaciones con nosotras.