Lunes, 9.30 de la mañana y yo ya estoy con una mierda de tila porque sino, me tumbaré en la cama a llorar y no saldré nunca más... Y creo que no es plan.
Tras un fin de semana que hubiera sido genial del todo si no hubiera estado empañado - como cada día - por la mierda de la adolescencia del mayor, el lunes no empieza mucho mejor... Aunque para qué me voy a engañar, anoche ya me fui a dormir sabiendo que esto iba a pasar...
Os aviso si seguís leyendo... Este post no va a ser bonito, es un desahogo y estará lleno de tachaduras de palabrotas, porque tengo que soltarlas... Porque, literalmente, la adolescencia de mi hijo me está destrozando.
AVISO: si sigues leyendo, esto no es una crítica a mi hijo, es la descripción de una situación.