Esribo uno de esos posts que me salen desde dentro, desde las mismísimas entrañas retorcidas y dolidas cuando leo ciertas cosas que me hacen chirriar los dientes, que me duelan los ojos y que se me rompa el corazón a cachitos...
El tema de los vientres de alquiler está últimamente en auge y yo, prefiero no opinar porque sé lo que es intentar ser padres por todos los medios posibles y no llegar conseguirlo y finalmente tomar una decisión.
Con esto no estoy diciendo que esté a favor ni en contra de los vientres de alquiler, creo que cada situación es un mundo y que sin saber nada cierto en lo que pasa en cada familia y los motivos que llevan a una mujer a prestar su útero, no hay que juzgar, pero repito, no me voy a posicionar aquí ni a favor ni en contra.