Frío, lluvia y viento son tres condiciones climáticas propias del invierno a las que conviene prestar especial atención, y especialmente en los más pequeños, ya que son condiciones que pueden poner a prueba sus defensas.
Algunas acciones de fácil ejecución pueden ayudar a afrontar el invierno:
1. Evita el exceso de abrigo en ambientes cerrados o con calefacción, y la falta de abrigo al aire libre. No es conveniente que los niños suden, por lo que ante el frío es mejor vestirle con varias capas, de modo que las puedas quitar o añadir según sea necesario. Gorro con orejeras, guantes, bufanda y un corta-vientos pueden ser muy útiles.