Llega el verano y con él el sol, el ir a la playa, el calor... Y el quererse poner más moren@... Pero ojo, una cosa es coger color y otra es tostarse al sol... Porque aunque estemos más guap@s y parezcamos más saludables, el sol en exceso no es bueno y aunque es un gran aporte de vitamina D, no debemos pasarnos al exponernos a él y la piel es la que sufre más esta exposición por lo que tenemos que cuidarla más.
Y, cuando hablamos de la piel, aunque la exponemos más en veranos porque vamos más a la playa, llevamos ropa más corta, la que siempre está en continuo " trato" con el sol es la de la cara y esta, tanto en verano como en invierno, debe estar más protegida por lo que un poquito de crema de sol facial nunca está de más durante todo el año aunque mucho más en verano, por supuesto.
En invierno, la podéis mezclar con vuestra crema de día y en verano o cuando vayáis a la playa, montaña o piscina, os la podéis poner directamente.
Recordad que el sol envejece mucho la piel y la del rostro, al ser más sensible, envejece, se arruga, enrojece, le salen lunares, tiende a protegerse haciendo que salgan manchas...
Así que os voy a recomendar mi crema fetiche...