Estas minúsculas puertas tienen su origen en el siglo XVII, cuando las familias nobles florentinas comenzaron a vender el vino que producían en sus propias fincas directamente desde sus palacios. En lugar de montar tabernas, instalaron estas ventanitas que daban a la calle para entregar el vino en botellas o jarras a los transeúntes, evitando así impuestos y la necesidad de intermediarios.
Pero lo más fascinante es cómo estas buchette volvieron a cobrar vida… ¡en pleno siglo XXI! Durante la pandemia del COVID-19, algunos bares y enotecas decidieron reactivarlas como forma segura de servir vino sin contacto directo. Así, una tradición de hace más de 400 años volvió a tener sentido en la actualidad.
Hoy en día, algunas siguen activas y se han convertido en una experiencia imperdible para quienes visitan Florencia. Imagínate pedir un Chianti y recibirlo a través de una ventanita en la pared, como si la ciudad misma te ofreciera una copa.
Dónde encontrarlas
Algunas de las más conocidas están en:
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Via delle Belle Donne, 2: cerca de Santa Maria Novella.
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Borgo Pinti, 22: donde aún se sirve vino y helado por la ventanita.
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Piazza della Signoria: busca en los laterales de los palacios antiguos.
Haz tu propia ruta con este mapa interactivo
Consejo viajero
Haz una ruta de buchette del vino: muchas están selladas, pero buscarlas es como hacer una búsqueda del tesoro en plena Florencia. Y si quieres saber cuáles siguen activas hoy, este artículo de Michelle Altenberg también puede servirte de guía actualizada.
Muy interesante, Verónica.
ResponderEliminarEs interesante conocer la historia de estas "bouchette del vino" y, sobre todo, comprobar que han vuelto a estar activas y que hay incluso una ruta sobre las mismas.
Un fuerte abrazo :-)
Sí, es muy interesante la verdad, aunque me da que más de uno ve dobles el Duomo y otras cosas si las usa mucho, ajajaa.
EliminarUn abrazo y gracias por comentar.
No lo sabía. Y no nos fijamos en ellas cuando estuvimos. Saludos
ResponderEliminarPara la próxima!!!!
EliminarBesotes