
Sus manos tienen lo que en el sur llamaría “ poderío” y te trasmite unas energías que te renuevan por dentro y por fuera.
Suelo ponerme en sus manos para tratar la ansiedad con Shiatsu y los estragos de la fibro con un tratamiento personalizado ( o uno llamado Pompeya ) y la verdad es que estoy expectante para volver a pedir hora porque me dan “ buenas vibras”.
En este mismo blog tenéis varios de los tratamientos que me he hecho con ella, concretamente en la sección “ Para Nosotras”. Tendréis ganas locas de probarlos, estoy segura.
Y, para saber porqué le gusta tanto, nada mejor que una entrevista, no os parece? Pues empecemos.