Para l@s que no los sabeis, soy una amante empedernida de la música y aunque me voy más por el goth, heavy y pop, me gustan también otras cositas.
Hay muchas canciones que me gustan, cientos, miles, no sé... Y no me voy a poner a enumerarlas todas pero, de vez en cuando, os hablaré de alguna canción que ha marcado mi vida.
Y empiezo hoy con una de
Maná, concretamente
Bendita la luz.
Esta canción, fue un antes y un después en nuestra adopción del mayor. Una adopción no es fácil, y mucho menos cuando es en un país extranjero que lleva las normas tan a rajatabla que todo se hace lento.
Cuando conocimos al peque que nos habían asignado, hubo algo que nos llamó la atención a parte de su cabecita pelona ( poquito pelo) eran esos ojos verde-grisáceo, grandes, que tenían una luz especial.
Me enamoré de ellos y de esa luz desde el primer momento en que los ví.