El dolor en el gato

 

El dolor, esa sensación tan desagradable que te avisa de que hay un daño y que llega sin avisar, de forma aguda, intensa, que a veces es momentánea pero que otras veces dura, que sube y baja en intensidad... Esa sensación que a veces el ser humano no sabe explicar con palabras... Pues imaginaos un animal, por ejemplo, un gato...

Cómo podemos reconocer el dolor en nuestro gato?

Como los gatos no nos pueden decir aquello de " oye, que me duele aquí ", es muy importante que conozcamos bien a nuestro gato; sus comportamientos, su manera de ser, de interactuar, para así identificar que algo le pasa. 

Reconoceremos enseguida que no está bien porque su comportamiento será muy diferente al habitual y esto será clave para poderlo llevar lo antes posible al veterinario. 

También reconoceremos que algo no va bien si...

* Disminuye su actividad.

* Está apático. 

* No come ni bebe. 

* Hace pis y caca constantemente o a la inversa. 

* Se esconde.

* No para de maullar. 

* No se lava. 

* Le cuesta caminar, saltar, subir o bajar escaleras, levantarse. 

* Se queja si le cogemos o acariciamos. 

* Le cambia el pelo, se le cae más, se le ve " grasiento"... 

* Se arranca pelo, se muerde, se lesiona... 

Si veis algún comportamiento así, es mejor que llevéis a vuestro gato lo antes posible al veterinario porque aunque tengan fama de " duros ", son animales internamente muy delicados y de una cosita leve, pueden pasar a algo muy grave en cuestión de horas.

Manejar el dolor del gato

Si se notan algunos de estos síntomas, lo mejor es, de primeras, llamar al veterinario para que os oriente y os diga si hay y que ir, si no... Aunque siempre es mejor acercarse por si acaso...

Mientras se espera para ir a la consulta, lo mejor es dejarlo reposar en un lugar tranquilo e ir observando cómo va. 

Y, sobre todo, nada de darle medicación sin que el veterinario os lo haya dicho porque puede ser que en vez de hacerle mejorar, se consiga todo lo contrario, aunque sean medicamentos que el gato haya tomado alguna que otra vez... Y, SOBRE TODO, lo más importante... NUNCA se le deben dar medicamentos para humanos. 

Larga vida a los michis!!!!