El verano del 2020 no fue diferente a todo el año atípico que vivimos - y que a día de hoy, 2021, seguimos viviendo - por lo que nuestras vacaciones anuales familiares que iban a ser al otro lado del charco, quedaron suspendidas y aunque nos tuvimos que resignar - no quedaba otra - decidimos ir a Ibiza en ferry y llevar nuestro propio coche para " socializar" lo menos posible.
A la ida fuimos durmiendo y a la vuelta, utilizamos el fast ferry hasta Dénia.
Tengo que decir que el destino no es que fuera muy de mi agrado, por nada en concreto sino porque yo seguía mosqueada por el tema de haber tenido que dejar de lado un viajazo, por todo el tema del virus, de la pandemia... Vamos, que estaba rebeldilla pero accedí porque unos días de vacaciones eran mejor que nada ...
Porqué digo esto? Porque para mí, unas vacaciones en el piso de la montaña, no son vacaciones porque tengo que seguir limpiando, haciendo la comida, lavando ropa y todos los etcéteras posibles así que me lié la manta a la cabeza y accedí al destino que mis hijos y mi marido querían y la verdad es que para descansar, y para quien disfruta del mar, es un muy buen destino.
Porqué digo esto? Porque para mí, unas vacaciones en el piso de la montaña, no son vacaciones porque tengo que seguir limpiando, haciendo la comida, lavando ropa y todos los etcéteras posibles así que me lié la manta a la cabeza y accedí al destino que mis hijos y mi marido querían y la verdad es que para descansar, y para quien disfruta del mar, es un muy buen destino.
La isla ofrece fiesta, como bien es sabido, aunque por motivos de Covid, ésta se situaba más en yates privados, casas, etc y además, con niños, no era el plan; pero ofrece no sólo mar sino también cultura, gastronomía, historia... Así que si no sois de estar tirados al sol todo el día ( que es mi caso, porque aunque me gusta la playa en realidad lo que me gusta es el mar y lo que en él hay ), Ibiza os ofrece un abanico de posibilidades.
Visitas culturales.
* Dalt Vila: sin duda, no tenéis que dejar de ir a Ibiza capital y su parte alta, llamada Dalt Vila. Ya os aviso de que hay que ir subiendo y subiendo y luego bajando y bajando así que el calzado, cómodo por favor.
Es el núcleo histórico de la capital y cuando se llega a su parte más alta, las vistas son, sencillamente, espectaculares.
Es el núcleo histórico de la capital y cuando se llega a su parte más alta, las vistas son, sencillamente, espectaculares.
Es un recinto amurallado con una curiosa forma, que protegía a la ciudad sobretodo de los turcos, que fueron unos " grandes del mar" y tiene zonas con pequeños baluartes, caseta de vigilancia y cañones; esta zona es conocida como Baluarte de Santa Tecla.
Se puede entrar desde varias zonas pero sin duda, la mejor es desde su puerta principal, el denominado "Portal de Ses Taules ", con una puerta de dimensiones colosales y flanqueada por dos estatuas romanas... Parece que vayamos a entrar en una fortificación que va a estar llena de romanos, como en las pelis.
Merece la pena la caminata... Veréis edificios históricos, casas típicas ibicencas con sus puertas y ventanas azules, las flores que lo adornan todo, las gaviotas y palomas revoloteando y después, cuando volváis a bajar, os dais una vuelta por el Mercat Vell, las tiendecitas de ropa ibicenca y os podéis acercar al puerto a ver los espectaculares yates.
* Los molinos harineros: ya no quedan muchos y los que hay, están desperdigados por la isla pero es curioso acercarse a ellos para ver cómo eran los antiguos molinos harineros. Se utilizaba el viento que en Ibiza y Formentera a veces sopla mucho, para que las aspas del molino se movieran y a raíz de este movimiento, el palo que sostenía las aspas desde dentro, hacía girar dos ruedas que iban moliendo el grano.
Lo curioso es que la parte alta, la de las aspas, se puede mover y así, el molino podía estar en funcionamiento siempre, sólo había que cambiarlas en dirección a la que el viento soplara. Ahora, los pocos molinos que podemos ver ni siquiera están en funcionamiento por lo que no podemos ver las telas que " desplegaban" en las astas para aprovechar mejor el viento.
Lo curioso es que la parte alta, la de las aspas, se puede mover y así, el molino podía estar en funcionamiento siempre, sólo había que cambiarlas en dirección a la que el viento soplara. Ahora, los pocos molinos que podemos ver ni siquiera están en funcionamiento por lo que no podemos ver las telas que " desplegaban" en las astas para aprovechar mejor el viento.
* Ses Salines: este Parque Natural abarca la parte sur de Ibiza y el norte de Formentera por lo que ocupa mucho espacio en el que se puede ver muchísima diversidad de flora y fauna, tanto a nivel terrestre como marino. ( sobre todo en este último, podemos ver uno de los mayores jardines de Posidonia del mundo ).
Abarca playas, zonas montañosas, mar y estanques de salinas, de los cuales se extraía la sal para comerciar.
Podéis visitarlo por vuestra cuenta o podéis acercaros a su centro de interpretación y allí os harán visitas guiadas.
Podréis ver flamencos, aves autóctonas, martines pescadores, flora como por ejemplo los famosos plumeros y desde una de sus playas - Playa Codolar ( no confundir con Cala Codolar ) - podréis ver una magnífica puesta de sol al estilo más natural y salvaje y no tan isleño, es decir, se ve el sol ponerse pero tras un acantilado.
Abarca playas, zonas montañosas, mar y estanques de salinas, de los cuales se extraía la sal para comerciar.
Podéis visitarlo por vuestra cuenta o podéis acercaros a su centro de interpretación y allí os harán visitas guiadas.
Podréis ver flamencos, aves autóctonas, martines pescadores, flora como por ejemplo los famosos plumeros y desde una de sus playas - Playa Codolar ( no confundir con Cala Codolar ) - podréis ver una magnífica puesta de sol al estilo más natural y salvaje y no tan isleño, es decir, se ve el sol ponerse pero tras un acantilado.
Puesta de sol " salvaje " en Ses Salines |
Las playas, las calas y el mar.
Sin duda, Ibiza tiene unas playas y unas calas espectaculares tanto para bañarse como para hacer snorkel, submarinismo, pasear, llegar con el barco y amarrar...
Son playas de las que quedan muy pocas ya en la Península, de esas en las que para llegar " a lo hondo" tienes que caminar por un agua azul turquesa que nada tiene que envidiar al Caribe, con pocas corrientes, sin viento, sobretodo en las calas por estar resguardadas por ambos lados y con una tranquilidad que a pesar de que estén llenas, te deja disfrutar del momento y del lugar.
Hay playas y calas más abarrotadas que otras, con más servicios, con menos, con más niños, etc pero en general, todas su playas y calas son perfectas para pasar la mañana, la tarde o el día entero.
Hay algunas que quizá son mejores para hacer snorkel, para ir con niños, etc pero de verdad, todas tienen " su qué " aunque eso sí, tengo que decir que yo tengo mis calas y playas favoritas para ir con los niños y para sumergirme con tubo, aletas y gafas, cámara en mano, y ver todo lo que el mar nos ofrece.
Pero eso os lo detallo en otro post.
Hay algunas que quizá son mejores para hacer snorkel, para ir con niños, etc pero de verdad, todas tienen " su qué " aunque eso sí, tengo que decir que yo tengo mis calas y playas favoritas para ir con los niños y para sumergirme con tubo, aletas y gafas, cámara en mano, y ver todo lo que el mar nos ofrece.
Pero eso os lo detallo en otro post.
Comer en la isla
No dejamos de estar en nuestro país así que a parte de sus platos típicos marineros como los " arrossejats" de langosta, su morcilla especial, sus quesos o sus ensaimadas y sobrasadas ( algo diferentes a las de Mallorca y Menorca ), Ibiza es un lugar en el que podemos degustar carne y sobretodo, muy buenos pescados.
Sin duda, un destino en el que perderse con niños.
Y si os apetece, ya que estáis allí, hacer una excursión a Formentera, Civitatis tiene la mejor ( ver excursión ).
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