Ay, ay, ay... Si algo fue nuestra perdición en Madrid fue la Cervecería Alemana, que teníamos más o menos cerca ( o nuestras ganas de ir así nos lo hacían ver ) del hotel y por H o por B, siempre nos quedábamos un ratito a hacer unas tapillas...
Y es que es lo que tiene encontrar un lugar en el que los camareros no te tratan como a un turista al que le quiere " sacar los cuartos " como diría mi abuelo y que dejan que te sientes y ya vendrán... Que quizá en otro sitio me molestaría, pero ahí no, ahí lo perdono...
Y menos mal que no me gusta la cerveza - o más bien le tengo rabia - que sino, me quedaba a vivir ahí.. Si hasta tienen carta de cervezas!!!!
Ya sé porqué Ava Gardner y Hemingway adoraban este lugar... Sus cervezas, sus callos, su tortilla de patatas, sus croquetas... Ayyyyyy, qué hambre y qué añoranza...