Farmacia Santa Maria Novella - Florencia

 Cuando se viaja, se intenta - al menos en nuestro caso - conocer todo lo que se puede del país o la ciudad que estamos visitando y a veces, descubrir lugares curiosos como por ejemplo cuando estuvimos en Florencia, donde no dejamos pasar la oportunidad de ir a visitar la Farmacia Santa Maria Novella, situada en la callejuela que da a la plaza con el mismo nombre. 

Y pensaréis... Qué se les ha perdido a estos en una farmacia? Si ninguno es farmacéutico... Pues nada, más bien es que resulta ser una de las farmacias más antiguas del mundo y su actividad nunca  ha acabado de ser la de una farmacia como tal. 

Esta farmacia que parece ser la más antigua de Europa - lleva en activo casi 4 siglos - fue creada por los monjes que vivían en la Iglesia Santa Maria Novella, que está en la plaza que os he comentado y aunque la farmacia dé a una calle que da a la plaza, realmente forma parte de todo el recinto de la iglesia ya que es una de las habitaciones que hay en el inmenso claustro en el que hacían vida los monjes. 

Realmente, eran frailes dominicos que tenían su propia farmacia ya que les encantaba plantar, cultivar y trabajar con plantas, hierbas aromáticas, flores, etc con las que hacían sus propios fármacos, ungüentos e incluso productos aromáticos, vamos, que la usaban como enfermería y perfumería. 
La gente, de vez en cuando, les pedía algún remedio y a cambio, recibían alguna recompensa por lo que finalmente decidieron abrirla al público. 

Sus productos, sobre todo los aromáticos en forma de aceites y perfumes, gustaban tanto que el Duque de la Toscana le dio el título de Farmacia Real y a partir de ahí su fama creció exponencialmente y empezaron a traer materia prima de muchos otros países, sobre todo del lejano oriente, con los que hacían impresionantes perfumes y jabones. 

Poco a poco, la farmacia fue creciendo en fama y dio paso a que el estado se la quedara, dándole la dirección a personas que no pertenecieran al clero y cuando su fama alcanzo el tope máximo al fabricar productos para reyes y sobre todo reinas, todo el mundo quería comprar sus productos. 

Y así fue como esta pequeña farmacia ha ido adquiriendo fama mundial y ahora ya no se dedica a los ungüentos y potingues sino que hace cremas de calidad, velas aromáticas, aceites y jabones con las antiguas recetas de los frailes pero dada su fama, los precios son algo excesivos. 
Aún así, creo que no debéis dejar de visitarla porque es espectacular. 

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