Sí, como lo leeis, odio comer sola, lo odio con todas mis fuerzas...
Algun@s pensareis que es una tontería y que no pasa nada, te pones algo de música, la radio, la tele y arreando pero no, no es lo mismo.
Desde hace más de 10 años, los mediodías los comparto con mi marido. Siempre o casi siempre comemos juntos y es nuestro momento a solas, de los dos... Nos contamos batallitas de la mañana, del trabajo, del despertar de los peques, del trayecto al cole y es un momento que me encanta porque aunque por la noche cenamos normalmente solos porque los peques ya duermen, el cansancio ya hace acto de presencia y no es lo mismo.