Con el cambio de estación, no solo los adultos podemos experimentar cambios en el estado de ánimo; también los niños.
La relación entre este cambio en el estado emocional y la época del año se puede encontrar en la variación de las horas de luz.
¿Qué ocurre en sus cuerpecitos y en los nuestros con los cambios de estación y de luz solar?
El cerebro regula la producción de dos hormonas, la melatonina y la serotonina, que intervienen en el estado de ánimo, en el ciclo del sueño y vigilia y en nuestra energía.
Producimos más melatonina cuando se pone el sol, llegando a un pico por la noche, y vuelve a disminuir cuando sale el sol. Por eso a la melatonina se le conoce popularmente como “hormona de la oscuridad”. En invierno, cuando el día tiene menos horas de luz, el cuerpo produce mayores niveles de melatonina, podemos estar más cansados y tenemos más sueño.